CONAPDIS-DE-0725-2024
ACLARACION SOBRE LA INTERVENSIÓN A LA FUNDACIÓN MANOS ABIERTAS
A raíz de algunas publicaciones emitidas durante las últimas horas con motivo del seguimiento y atención de la población retirada de la Fundación Manos Abiertas y reubicada en distintas alternativas residenciales, desde el pasado 5 y 6 de marzo, resulta de trascendental interés para el ente rector en discapacidad del país, CONAPDIS, aclarar que no debe ligarse el lamentable deceso de 17 personas con discapacidad a una mala gestión de las instituciones intervinientes en este proceso.
A través de distintos medios de comunicación se ha informado por parte de la representación institucional del CONAPDIS, las acciones de atención que se han venido realizado a la población con discapacidad que se encontraba en la Fundación Manos Abiertas, en articulación conjunta con instituciones de primera respuesta como hospitales, áreas de salud de la CCSS y Cruz Roja Costarricense.
Cabe indicar, que días previos a la intervención en las instalaciones de la Fundación citada, el CONAPDIS una vez que tuvo conocimiento, por parte de las autoridades judiciales, de los hechos que motivaron la misma, confeccionó interdisciplinariamente un plan de acción que permitiera la atención oportuna y bajo la garantía de protección de los derechos de las personas con discapacidad en conjunto con distintas instituciones públicas ligadas al sector social.
Las causas de los decesos -lamentablemente acaecidos- se encuentra en este momento en investigación por parte de las autoridades competentes, por lo que resultaría tendencioso, irresponsable y prematuro imputar responsabilidades a la institucionalidad por dichos fallecimientos, por parte de quienes no han tenido participación directa en los esfuerzos que se acometieron en tan compleja intervención, por lo que evidentemente, carecen de los elementos probatorios necesarios que sustenten sus afirmaciones ante la opinión pública; sobre todo cuando se afirma que existe un nexo causal entre la intervención, el traslado de estas personas y las defunciones citadas.
Como ente rector en discapacidad, el CONAPDIS, no solo ante los hechos acaecidos, sino en un accionar de fiscalización y rectoría eficiente, se encuentra ultimando detalles de un plan de acción que, de manera trasversal, ponga en marcha la gestión de garantía, protección y promoción de los derechos de las personas con discapacidad, mismo que deberá ser implementado sin excusas y excepciones por toda la institucionalidad pública y que no debió tener como precedente estos hechos, sino que debió desde siempre, en su función rectora prevenir y articular con las instancias competentes.

Bilbia Alejandra González Ulate

Directora Ejecutiva

Consejo Nacional de Personas con Discapacidad

Desde el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad -CONAPDIS- ente rector de la discapacidad en Costa Rica deseamos inicialmente, agradecer a todas las organizaciones de personas con discapacidad y a las instituciones de Gobierno que, desde los inicios de la construcción estratégica para la defensa oral sobre la implementación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, mostraron su compromiso y dedicación en el abordaje de los temas sustantivos que fueron debatidos en dicho informe.

El insumo en las áreas de educación, protección a la niñez, salud, trabajo,

infraestructura, política migratoria, acceso a la justicia, derecho electoral y

accesibilidad -por referir algunos- constituye como se indicó en el seno del Comité de la Organización de Naciones Unidas, un acúmulo de buenas intenciones y voluntad país. Sin embargo, resulta imperioso evolucionar la voluntad e intención a los hechos concretos, a las acciones que permitan a la población con discapacidad vivir en una Costa Rica verdaderamente inclusiva, accesible y garante de los derechos humanos de nuestra población.

Desde la rectoría institucional reconocemos los avances tímidos pero titánicos que Costa Rica ha dado en materia de construcción, promoción efectiva, defensa y garantía de los derechos de las personas con discapacidad, acciones que en los

últimos años han tomado más que una ruta de avance, un camino de retroceso -en algunas áreas- y que como país no nos podemos permitir.

Esta experiencia, nos llena de esperanza para que desde el equipo multidisciplinario e interinstitucional se puedan emprender las acciones futuras, sin entrampar en la vacía discusión de quiénes son los históricos responsables, cuando no logramos obtener el resultado esperado. Requerimos de mayor participación, compromiso,

diálogo consensuado y construcción país articulada que nos permita levantar la voz

no solo en este tipo de foros sino en el diario vivir, no solo en nuestras fronteras,

sino también fuera de ellas; el crecimiento debe ser un compromiso país, no un

manifiesto institucional.

No debe continuar prevaleciendo el discurso de la ausencia de recursos para trabajar correctamente, que si bien son importantes e indispensables -como lo fue en esta ocasión para una efectiva representación país- al menos para nuestra rectoría, lo cierto es que debe privar el posicionamiento en escaño de privilegio, del tema de

discapacidad en Costa Rica y en especial la erradicación de las barreras actitudinales que tanto daño han hecho a la población.

Siendo así, el ejercicio del compromiso y la mejora continua es uno de los grandes

retos que en esta materia tiene Costa Rica, pero la experiencia -lamentablemente

vivida- debe convertirse en punta de lanza para erradicar las acciones que impidan la participación eficiente y efectiva de quienes debemos levantar la voz de los más vulnerables.

Ahora bien, las lecciones aprendidas son muchas, y corresponde desde ya trabajar

en cada una de ellas para que en el corto plazo podamos como país, sumar acciones concretas que puedan ser expuestas sin prosa ni esfuerzo al mundo entero y convertirnos en modelo de crecimiento y desarrollo en esta área al igual que en otras muchas donde hemos aprendido a dar pasos de gigantes.

Finalmente, expongo, al equipo que desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y

Culto se comprometió en su cien por ciento, muchas gracias; no siempre se logra el trabajo en equipo esperado, pero tampoco eso debe ser la justificación para

aletargarnos, todo lo contrario, debe convertirse el letargo en el motor que impulse las próximas acciones que nos permitan ser una sólida representación en favor de nuestra de nuestra población, pero muy especialmente, una digna representación de nuestro país.

Sin otor particular, suscribiéndose con las más sinceras muestras de agradecimiento,

consideración y estima.

Bilbia Alejandra González Ulate

Directora Ejecutiva

Consejo Nacional de Personas con Discapacidad